Hospitality con alma aborigen para disfrutar del JOMO
Hotel Barceló Playa Blanca ofrece un punto de desconexión a partir de un diseño basado en materiales naturales y artesanía local
Obra: Hotel Barceló Playa Blanca
Cadena hotelera: Barceló Hotel Group
Número de habitaciones: 720
Número de estrellas: 4
Proyectista: Grupo Plan
Productos: Fimaplast Olmo Ontario Poro Arenado, Fresno Glacial Atlas, Nogal Slow Atlas, Cerezo Xacobeo Balm, Roble Palma Mesura y White SR209 Supermate.
Aplicaciones: Mobiliario, armarios, panelados y puertas
Localización y año: Lanzarote, 2023
LA CLAVE DEL PROYECTO:
“Desde Grupo Plan elegimos las soluciones en madera de Finsa por sus cualidades estéticas, acordes al storytelling del proyecto, basado en el respeto por la artesanía local, y por su durabilidad”.
Sara Escudero, responsable de interiorismo de Grupo Plan
“Si vas a un hotel y no te cuenta una historia propia, sino que es similar a la de otro que tienes al lado… ¿Qué va a marcar la diferencia si todo va a ser igual?” Con esta pregunta Sara Escudero, responsable de interiorismo de Grupo Plan, sintetiza la esencia de este proyecto de cuatro estrellas dotado de 720 habitaciones y con una localización envidiable en Playa Blanca (Lanzarote).
Sin duda, este es un emplazamiento propicio para cultivar el JOMO (Joy Of Missing Out, el placer de estar al margen de las incesantes notificaciones y actividades del día a día), objetivo plasmado a través de un diseño que apuesta por materiales naturales y artesanía local.
Desde Grupo Plan eligieron soluciones en madera por sus cualidades estéticas, acordes al storytelling del proyecto, y por su durabilidad. “Los productos de Finsa presentan muy buen acabado, y su mantenimiento a largo plazo ofrece un mejor resultado frente a otras opciones”, explica Escudero, quien pasa a detallar las aplicaciones destacadas: “en tipologías estándar, elegimos la calidez de Nogal Slow Atlas; para las habitaciones, Fresno Glacial Atlas en armarios y Roble Palma Mesura para aportar un aire más aborigen que recordase al legado de los antiguos pueblos canarios. En las suites, Cerezo Xacobeo Balm ayudó a generar contrastes según tipología de habitación gracias a su elegante veta”.
El hotel narra un relato de conexión con la zona desde su pavimento de base cerámico, que también orientó una de las elecciones de producto: un tablero marino aplacado con HPL en muebles que estaban en contacto con este suelo, en el que se requiere una limpieza con mayor cantidad de agua. Otro de los retos del proyecto fueron la ubicación de la obra, justo enfrente de Playa Blanca, y el volumen global, que implicó una logística impecable para suministrar una gran cantidad de tablero en tiempo récord.
Escudero subraya otra ligazón local en el uso de jardinería autóctona o en los oficios empleados para la cristalería del hotel. “Sin estos elementos no habría sido posible contar la historia de paz y tranquilidad que transmite este paisaje pensado para desconectar”, matiza.
Valora que esta necesidad de que el hospitality mantenga un componente diferencial viene dado por la entrada fuerte de otros actores -como las viviendas de uso turístico- en el negocio: “se personalizan cada vez más los servicios que ofrece el hotel y se procura hacer sentir al cliente como en casa, en ocasiones con detalles cuidados como usar perchas o un secador guardado en una bolsa, en lugar de anclarlos a la pared”.
La influencia de nómadas digitales, que alternan vacaciones y trabajo, es otro de los impulsores de los últimos cambios en hospitality. “Este perfil de persona usuaria requiere un mobiliario polivalente y exento que sirva para distintos usos, y nos demuestra que el hospitality ya no es tan solo un lugar de vacaciones o de trabajo, también puede ser un hogar temporal, así que como tal hemos de concebirlo desde el diseño”, concluye.